Ahora que tenemos un poco más de tiempo libre porque pasamos todo el día en casa, puede que nos quede un momento para consentirnos. Sabemos que no puedes ir al spa, salir a comprar productos de belleza a un almacén o simplemente visitar el salón de belleza. Es por eso que preparamos una lista de ingredientes que fácilmente puedes encontrar en la cocina de tu casa y que puedes adaptar a tu rutina de belleza.
- Manzanilla: esta planta natural puede tener múltiples efectos cosméticos en tu piel, entre ellos: tonifica, hidrata, limpia, es antibacteriana y también disminuye manchas y ojeras. Utilízala sumergiendo las bolsas de té de manzanilla en agua, luego déjalas enfriar y ponlas en tus ojos, también con el agua que contiene manzanilla puedes mezclarla con miel y hacer una mascarilla revitalizante.
- Sal rosa o sal del Himalaya: esta sal es conocida, aparte de ser rosa, por contener más beneficios nutritivos que la sal de cocina convencional que conocemos. Estos beneficios pueden también ser trasladados a nuestra rutina de belleza. Esta sal puede funcionar como un desintoxicador de la piel vertiendo una taza en la bañera cuando vamos a bañarnos, también para relajar los pies agregando unos granos en un recipiente con agua tibia.
- Fresas: perfectas para exfoliar la piel y desintoxicarla, simplemente tritura las fresas a modo de formar una pasta, luego agrega aceite de oliva o de coco y listo. Frota la mezcla suavemente por tu rostro o incluso todo el cuerpo y déjala actuar de 3 a 5 minutos. Tu piel quedará con un aspecto terso y suave.
- Bananas: la banana contiene muchas vitaminas como la A, B, C y E que son vitales para mantener la humectación y elasticidad necesaria para la piel. Basta con triturar una banana y aplicarla sobre el rostro para obtener resultados. Además, que su textura suave no compromete a nuestra piel a ser dañada.
- Aceite de oliva: gracias a que contiene vitamina E el aceite de oliva resulta como un gran humectante para el cuero cabelludo, ideal para pelos maltratado y resecos. Para aplicarlo es fácil, simplemente pones el aceite de oliva en tu cabello y lo dejas actuar por unos cuantos minutos. Lo mejor es aplicarlo antes de bañarse porque hay que lavar el cabello mas de una vez para deshacerse bien del aceite y que no quede con aspecto sucio y grasoso. Para un mejor resultado puedes ponerte un gorrito térmico, el calor hace que el aceite tenga mejores resultados.
